Aprendiendo a perdonar

Escrito por: Kathya Flores de Abis

El perdón es una decisión, un proceso y una liberación, ya que no solo las deudas de amor nos atan, sino también las deudas del rencor. Perdonar no es no poner los límites, permitir lo que no es sano permitir,  de alejarme y no exponerme a lo que me hace daño, ya que tengo la responsabilidad de cuidar de mi persona y de mis sentimientos. Perdonar es liberar al otro de mi propio juicio y condenación, permitiendo al otro vivir sus consecuencias y hacerse responsable de las mismas. Es humanizar al otro en lugar de idealizarlo para luego demonizarlo, es entender que tanto el otro como yo nos equivocamos y aprendemos por ensayo y error, que siempre puedo reconocer mi falta, empatizar con el otro al entender su dolor y enmendar el agravio. Que puedo perdonarme a mí mismo, entender que yo también he necesitado perdón para poder entregar un “TE PERDONO”.  

Perdonar nos libera de enfermedades físicas, mentales y emocionales, haciéndonos más reales, mas fuertes emocionalmente y más sabios espiritualmente.

Perdonar no es solo para el otro sino también para uno mismo, entender que el auto perdón es no aferrarme a mis equivocaciones, que a partir de ahora puedo cambiar la palabra “culpa” por “responsabilidad”, ya que la culpa trae sentimientos de juicio personal, y auto condenación. Por el contrario, la “responsabilidad” es la habilidad para saber responder, la cual a través de la fe se convierte en un arrepentimiento o cambio de vida, de rumbo, de dirección, o una vuelta al camino correcto. Cada día sale el sol y Dios nos da una nueva oportunidad de hacer las cosas mejor que ayer. Reconoce tu falta, pide perdón, y perdónate a ti mismo, asume y ordena esa área de tu vida enmienda la falta, comienza por retribuir el agravio, y enfócate en nuevas y mejores soluciones. Nunca es tarde para aprender a perdonar.

 

Kathya Flores de Abis

Psicóloga Clínica – Terapeuta Familiar 

Neurocoach – Directora Clínica Centro KFA

Deja una respuesta