¿Más tarea o más deseo de aprender?

Por: Margarita Heinsen

Asignar mucha tarea no es sinónimo de que el estudiante va a desear aprender más, ni necesariamente va a aprender más y mejor. En muchos casos, todo lo contrario. Con frecuencia escuchamos a estudiantes quejarse y estar agotados de tanto trabajo, tantos proyectos y tantos ejercicios para realizar en sus casas luego de la jornada escolar. Y ya de por si la jornada escolar es bastante larga con muchas horas dedicadas a lo académico. 

Los padres no se quedan atrás. También viven la lucha y experimentan el cansancio que producen las tareas, recurriendo muchas veces a la ayuda externa en las “salas de tarea”. Esto requiere de un gasto adicional que les facilita y asegura que no tendrán que sufrir o dedicar tiempo para esto al llegar a la casa. Pero, ?es eso lo que se desea con la tarea?

El tipo y la cantidad de tarea que se asigna en los centros educativos debe ser replanteada, evaluando si verdaderamente está promoviendo la motivación y el desarrollo de competencias o si está impidiendo que se dedique tiempo a actividades positivas y enriquecedoras. Es necesario que se tome en cuenta al estudiante y que los docentes se pongan de acuerdo para equilibrar y no sobrecargar. 

Es importante dar participación a cada estudiante en su propio proceso, promoviendo que asuma responsabilidades y el compromiso con su progreso. Esto no se logra de manera mecánica e impuesta con asignaciones sin sentido. 

Recomendamos que las tareas sean significativas y apropiadas, promoviendo el amor por el aprendizaje, el deseo de buscar información y de resolver problemas, de colaborar, de generar nuevas ideas, desarrollando liderazgo con experiencias reales que involucren los conocimientos, las habilidades y las actitudes. 

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